¿Puedes escapar del encantador de serpientes?
Porque el consigue que vuelva y olvide.
Me pierdo en su melodía.
Desechando el poco control que me queda,
en las viejas notas de la flauta.
Yo caigo rendida,
volviéndome presa.
No sé cómo hay que escapar, de su red
de olvidos.
¿Pero quién dijo que deba escapar?
Con promesas que me ahogan
en su cesta, siempre consigue
que le quiera querer
y caigo rendida.
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