viernes, 31 de diciembre de 2010

Adiós- Hola

Una año que pasa, otro que aparece por la esquina. Son momentos para reflexionar sobre nuestra pequeña vida, hacer el temido y manido balance del año que nos dice adiós. Todo lo que hicimos bien, todo lo que hicimos mal, las cosas que nunca hicimos, nos asaltan, poco a poco.

Curioso que trescientos sesenta y cinco días pasen tan rápido en una vida. Y recordando los buenos momentos del año es imposible sentirse decepcionada, pero ese regusto de añoranza o cierta pena por dejar atrás una buena cosecha de sentimientos, va unido a la alegría, la ilusión y las ganas de otro año para vivir.

Sin lugar a dudas un año plagado, como dice la canción de "Sorpresas me da la vida,! hay que sorpresas me da la vida!", al igual que desencanto a partes iguales, ambas componentes esenciales de mi vida, la que me gusta y quiero seguir teniendo.

Pero si tuviera que quedarme con algo de éste año a pocas horas de jubilarse, un momento o un sentimiento que no quiero que se pierda, elegiría la capacidad de querer más que a nadie a una personita, un pequeño saltamontes que se ha metido en el tuétano de mi espina dorsal y en el ventrículo de mi corazón. Porque he descubierto que quererse a uno mismo por encima de los demás no hace feliz, sino querer a otro es lo que da la felicidad, que abrir el corazón no hace daño, no duele y no decepciona. Y la garantía de que una mano te sostiene en cualquier caida, queriendote y aceptando los defectos y virtudes es algo maravilloso, que me fascina, no esperar nada a cambio, algo que he aprendido ha realizar yo también. Y por que aprendemos a amar no cuando encontramos a la persona perfecta, sino cuando llegamos a ver de manera perfecta a una persona imperfecta.
Al fin de todo lo que quiero decir, es que te quiero, no se si se puede medir algo abstracto, pero lo que si se es que me quererte me hace feliz, todo aquello que sea estar a tu lado, porque simple y llanamente, te quiero.

domingo, 28 de noviembre de 2010

2

Dos. Tres letras. Una vocal y, nunca mejor ilustrado, dos consonantes.

Dos. En el mundo de las matemáticas es el precedente del tres, y el anterior al uno, el número primo de Eisenstein, Sophie Germain, Stern, Perrin, el primordial seguido del seis, factorial, la mitad y el doble de algo.

Sin embargo, fuera de ese mundo de operaciones abstractas, Dos es una obsesión; Dos se convierte en fobia, en la impronta de la perfección, un modelo prototípico de conducta. Dos es una pareja, un par, dúo, doble. Doble que no puede existir sin su semejante, porque sería pues, simplemente uno. Número abocado al fracaso sin su igual, a perdurar incompleto en un mundo de multiplicaciones sobre sí mismo, encontrándose siempre en su parcial imperfección.

Dos sin lugar a dudas la mitad y el doble de algo.

martes, 23 de noviembre de 2010

Vamos a portarnos mal.

Sube el telón, baja las cortinas.
Enciende las turbinas con nitroglicerina.
Y romper con la rutina repetitiva; que el sol salga de noche y llueva para arriba.
Seamos malcriados, a cometer delitos, como comernos a caperucita y a los tres cerditos.

NO, no , no es rebeldía, es indisciplina por un día.

Vamos a portarnos mal. Mal como un niño con llorera. Mal como una novia, de despedida de soltera. Defiende tu derecho de hacer lo que no has echo.

Te voy a provocar un cortocircuito, como una naranja con sabor a pera. Contar un cuento sin moraleja, escribir al revéz, caminar con las manos y saludar con los pies.

viernes, 12 de noviembre de 2010

El límite.

¿Dónde está el límite?.¿ Cuanto soportas?.¿Cuanto toleras?.

Difícil, saber cual es el límite, cuando las situaciones te embarcan en una espiral de tolerancia, amistad y comprensión, llevando a una dependencia casi total de esas sensaciones efímeras en un sentido restrictivo de la realidad.
Pero cuando conoces el límite, la venda de la transigencia se cambia por la de la evidencia que te persigue en tus actos condescendientes.

Es entonces este momento de realidad fulgurante cuando se decide, a tiro de moneda mental, si nos pegamos un nuevo apósito que sea más difícil de desprender la próxima vez o por el contrario, armados del coraje propio vikingo, tomas la velocidad necesaria para salir de la rueda del hamster, dejando a otros tras de ti, corriendo en un mismo sentido, tropezando con sus propias piernas, y como no, con una preciosa cordialidad, cortesía, simpatía y trato, todo ello tiznado de fingida lealtad.

sábado, 23 de octubre de 2010

domingo, 10 de octubre de 2010

Un centímetro menos. Cada vez queda mas cerca. Podría sorprenderlo, un movimiento rápido y plantarte un beso.
Pero sigo embobada, mirando como gesticula; el movimiento de sus manos, la manía de mirar al piso, el traqueteo con los tenis. Todo me parece amable en él. Realmente me pasaría siglos mirándolo... pero no tengo tanto tiempo de vida.
En el aire imagino castillos, perfectos y soñadores, que hacen que todo ese instante se grabe en mi mente.

Me acerco a ti: apoyada en el hombro, intento poner cara de perro abandonado para que te rías, con los morros fruncidos, pero sin dejar de subir la cabeza. Me miras y se forma una sonrisa en tu boca, esa que no puedo dejar de mirar.

El corazón golpetea en tu pecho. Supongo que en el mio será igual.

Me acerco un poco más, y busco después de mucha parafernalia el beso que quiero. En esos instantes la locura arrasa mi cabeza dividiéndola en dos.
Una parte seguiría hasta donde pudiera, hasta donde tú me permitieras. Sin miedo a tu reacción, sin importar el resto.
La restante frena mis manos, mis labios, mi lengua. Y me pregunta si tú eres lo correcto, si tantos años de escudo egoísta e interesado se van avenir a bajo por tus gafas de cegato.

Y es en ese punto de indecisión donde decido arriar velas y descubrir en otro momento la solución a mi pequeña ecuación, la ecuación de una cobardía, o la del miedo.
Pero en el momento de volverte a mirar, de llamarte alelado en un intento de tapar mi inseguridad, me dices te quiero. Me encanta oírlo en tu voz, y ver como me miras, esperando la misma respuesta o algo similar. A trabajos forzados consigo decir "y yo". ¡¿Y yo qué?¡...que soberana memez.
No se si te das por satisfecho o por vencido, así que sigues hablando. Pero no te presto atención, porque en mi cabeza se urde otra vez un plan de ataque, para robarte otro beso. Algunos me tacharían de masoquista hacia mi persona; otros de cruel con la tuya.
Pero ese jurado imaginario de este relato literarizado,de un momento de hoy, no me puede negar que siento algo por ti. Que deseo hacer mil cosas contigo de diferente índole, que si te pasa algo..a mi me da un infarto o en su defecto se me sale la rodilla. Que me encanta abrazarte oler tu perfume, y cerrar la puerta de mi portal tras ver tu sonrisa y tu "ya nos vemos"; criticar y contarte chismes que nunca le conté a nadie. Escuchar tu música y enseñarte cosas nuevas. Hablarte de maquillaje y que te rías, conspirar contra tu hermana y llamarte freak.
Tan bien adoro otras cosas más carnales, podríamos decir. Un beso en el cuello, un mordisco, un beso interminable, tus manos en mi cintura, la respiración rápida de tu pecho.

No se por que te escribo esto, pero quiero que lo leas. Espero que no sea algo hiriente para ti, pequeño gran gigante, pero tenia que escribirlo, a modo de reflexión personal.
Y después de todo esto, todavía esa maldita pregunta se pasea por mi mente.
¿POR QUÉ NO PUEDO?

viernes, 1 de octubre de 2010

Fuego

Todos sabes, todos conocen.No importa como enfoques la escena. Era todo lo que esperaba al golpear la puerta. Te reto a que me desafíes.

¿Te estoy pidiendo clemencia?
Una voz me susurra: Sólo mírame, te daré algo para seguir. Por que he esperado pacientemente, para dejar que el fuego salga de mi. Pero, yo soy, el que está en tu contra, es lo que te hago saber. Y aún así seguiré dándote todo el fuego.

Vamos a estallar esta habitación. Por que la corona sigue en mi cabeza, aún es mía. Todo bajo control. ¿ Es la noche que esperabas?, te daré fuego, pero primero debo regresar en el camino, ya que tal vez no sea demasiado tarde para saber, si al publico le ha gustado la actuación.

Vamos, muéstrame los que tienes ¿listo o no?, el caos a empezado.

Datos personales