viernes, 12 de noviembre de 2010

El límite.

¿Dónde está el límite?.¿ Cuanto soportas?.¿Cuanto toleras?.

Difícil, saber cual es el límite, cuando las situaciones te embarcan en una espiral de tolerancia, amistad y comprensión, llevando a una dependencia casi total de esas sensaciones efímeras en un sentido restrictivo de la realidad.
Pero cuando conoces el límite, la venda de la transigencia se cambia por la de la evidencia que te persigue en tus actos condescendientes.

Es entonces este momento de realidad fulgurante cuando se decide, a tiro de moneda mental, si nos pegamos un nuevo apósito que sea más difícil de desprender la próxima vez o por el contrario, armados del coraje propio vikingo, tomas la velocidad necesaria para salir de la rueda del hamster, dejando a otros tras de ti, corriendo en un mismo sentido, tropezando con sus propias piernas, y como no, con una preciosa cordialidad, cortesía, simpatía y trato, todo ello tiznado de fingida lealtad.

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