viernes, 10 de septiembre de 2010

Ser impune

La bombilla tililante que se cernía sobre su cabeza la hipnotizaba, hacia que se sintiera débil, incapaz de tener esperanza. Dejo caer la cabeza hacia delante y su espesa melena rizada de color azabache fue con ella, observo el piso enlosado de mármol blanco,en un último esfuerzo de valentía intentó sacar la mano de los grilletes viejos y oxidados que ataban sus manos y la mantenían suspendida en el vacío. Le fue imposible. En las películas la chica se salvaba pero al parecer ella era la excepción, a fin de cuentas siempre lo había sido. Todavía se preguntaba como había acabado así, siempre había sido una persona cauta, no salia de noche ni volvía a casa sola, no daba información a extraños...pero ni en sueños se imaginó que él, le hiciera esto...como podía, pensaba que la quería, pero no era más que una pieza en su tablero de ajedrez.
Recordó el primer día que lo conoció, era un tipo de persona que no llamaba la atención, con su pelo negro cortado como un militar, unas gafas grises y una sonrisa complaciente.
-¿Necesitas ayuda?
Vaya que si la necesitaba, en ese mar de gente que la abrumaba no conseguía encontrar la clase que le habían asignado. Lo miro con los ojos abiertos, aliviada por encontrar a un alma caritativa que la guiara en su primer día de universidad.
-Disculpa me llamo Fredy, en realidad Fernando pero todos me llaman así -le tendió su mano a modo de saludo- te veo un poco perdida, ¿quieres que te ayude en algo?
-Emm.... hola¡ si, si por favor. ¿Sabes donde esta el aula 1.919?.
-La 1.19, veamos en el mapa ¿te parece?
Asintió con la cabeza como unas mil veces. Tenia que llamar a sus amigas después de esto, no podía ser verdad, ¿un tio tan guapo preocupandose por ella?. Ya imaginaba el día de su boda, ella de blanco ,él de frac, todo iba a ser perfecto, lo visualizaba...
-Perdona....mmmmm..¿vamos?
-¡Si,si si, claro¡ - sus mejillas se encendieron de pura vergüenza, ¿porqué se sentía en un completo absurdo?- Vamos que creo que llego tarde a la presentación.
Seguía sus pasos y fije la mirada al piso, se paro es seco y empezó a explicarme algo que yo no escuchaba por que me anonadaba la soltura con la que movia sus manos, la capicidad de explicacion que tenia.
-....del pabellón Spencer se llega al aula de entrenamiento y desde aquí puedes ver las aulas 1.9, así que no tiene pérdida.

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